Los mercados laborales se transforman de forma continua y por motivos diversos. Algunos de esos cambios son cíclicos, otros estructurales y, como hemos comprobado en estos últimos años, algunos pueden irrumpir de forma inesperada y modificar repentinamente nuestras previsiones y hasta nuestra forma habitual de organización. Parece razonable pensar que buena parte de las anomalías desencadenadas por la pandemia del Covid-19 serán transitorias; sin embargo, la consolidación de determinadas tendencias en el mundo del empleo parecen ya indiscutibles.
ManpowerGroup ha identificado 20 tendencias en el mundo del empleo para este 2022; tendencias orientadas a la transformación, que han adquirido una urgencia renovada y que, por lo tanto, exigen de los actores implicados una atención inmediata.
Dichas tendencias podrían englobarse en cuatro categorías:
- Lo que quieren los profesionales: el Talento ahora exige más. Las personas esperan que las compañías prioricen su propósito y favorezcan su bienestar mientras proporcionan flexibilidad, retribución adecuada, buenas condiciones laborales y desarrollo de competencias.
- Desajuste de Talento: la competencia por atraer a los profesionales con las habilidades adecuadas se intensificado. Las compañías necesitan soluciones más creativas para atraer y retener a los mejores así como favorecer el upskilling y reskilling.
- Aceleración en la digitalización: la pandemia ha acelerado las inversiones en tecnología y tanto los consumidores como los profesionales esperan que ésta pueda ahora hacer más sencillo su día a día. Las empresas deben mejorar ahora los conocimientos tecnológicos de sus profesionales así como las competencias sociales más demandadas con el objetivo de convertir los datos en conocimientos y tomar decisiones basadas en los mismos.
- Reajuste de las empresas: las organizaciones son cada vez más sofisticadas. Buscan modelos operativos más ágiles, cadenas de suministro más resilientes, socios más ecológicos y consolidados y soluciones para dar respuesta a la fuerte competitividad, la incertidumbre y la demanda de transparencia.
